miércoles, 11 de febrero de 2009

Viernes 06-02-2009 – Viaje a Managua

La mañana comienza con la incertidumbre de si saldrá o no saldrá nuestro vuelo a Managua. La tarde anterior se anularon todos los vuelos y pangas desde Bluefields a causa del temporal y durante toda la noche hemos escuchado los aullidos y golpes del viento que no paraban. Nosotros tenemos la esperanza de que la avioneta de La Costeña pueda salir hoy, si no, tendremos que buscar el modo de llegar a Managua antes del sábado a las 6:00h, hora límite para coger el vuelo a Barcelona. Tendríamos varias opciones: (1) Panga a El Rama 2h + Bus a Managua 6h, si no salen las pangas a El Rama, (2) Panga del Minsa a Kukra Hill 45min + Bus a El Rama + Bus a Managua 6h.

Nos preparamos corriendo porque a las 7:20 debe pasar la furgoneta del Minsa para llevarnos al aeropuerto, al final vamos todos: Ing. Juan, Mateu, Alberto y yo. Judit ya está en Managua con la Dra. Castro y con Jimmy, se fueron por tierra el jueves a primera hora, antes del temporal de viento. Jimmy tenía que ir por trabajo y la Dra. Castro por una revisión médica, Judit se fue con ella a casa de su hermana.

Cogemos la furgoneta y pasamos a buscar al ing. Juan por su hotel, para nuestra sorpresa, no está preparado porque había salido al mercado a comprar chacalines (una especie de camarón). Como ya vamos algo tarde (el vuelo sale a las 8:30) quedamos que vendrá más tarde en taxi, con lo que salimos para el aeropuerto sin él y así desvelar la incertidumbre de si volamos o no. Por el camino, Matute, el conductor de la furgoneta, nos comenta que él cree que no saldrá el avión, nosostros para nuestros adentros esperamos que esté equivocado. Nada más llegar, Matute va a preguntar si los aviones salen esta mañana y le responden que SÍ!! Así que nos despedimos de él y nos vamos a hacer el check-in.

Al llegar al mostrador, las chicas nos dicen que no podemos coger el vuelo porque está ocupado con todos los pasajeros de los vuelos anulados el día anterior, bufff!!! vaya jaleo!!! llamamos corriendo al ing. Juan, que aún no había llegado al aeropuerto, para que vaya al puerto a ver si hay Pangas. Mientras tanto, nosotros ya bastante nerviosos, preguntamos si nos devuelven el dinero del avión y nos comentan que sí, pero que si no vuelve el temporal de viento intentarán recolocarnos en otro vuelo. El problema es que si no consiguen recolocarnos sería muy tarde para coger Panga + Bus y llegar a tiempo a Managua para coger el avión a BCN.

Entre tantos nervios, una de las chicas de La Costeña, nos comenta que nos recolocarán en un vuelo que viene de Corn Island a las 9:30, que nos avisarán. Llamamos al ing. Juan para que venga al aeropuerto, Mateu decide devolver los billetes y quedarse en Bluefields y Alberto se da cuenta de que se ha olvidado el neceser en casa de la Dra. Hodgson, así que se va en taxi a cogerlo.

Mientras Mateu intenta arreglar el cambio de billetes y estamos esperando al ing. Juan y a Alberto, nos avisan de que el avión llega en 10 minutos y que tenemos que entrar. Qué estrés, faltan 2 personas aún!! yo comienzo a hacer el check-in justo cuando llega Juan, estamos a punto de entrar y por fin llega Alberto. Al fin, estamos los 3 en la sala de espera y Mateu se queda anulando los billetes.

Finalmente, Mateu viene a Managua porque no le devuelven el dinero, así que hace el check-in también. Avisamos por teléfono a la Dra. Castro y a Judit de todo lo que nos ha pasado para que no nos esperen a la hora acordada en Managua. Al cabo de unos 20 minutos llega el avión y comienzan a llamar a los pasajeros, de los 36 que somos sólo pasarán 24!!! y no estamos en esta primera lista, bufff otra vez la incertidumbre! Nos comentan que a las 11h hay otro avión en el que viajaremos los 12 pasajeros restantes, esperemos que sea cierto.



A las 11h por fin podemos subir a la avioneta! Es toda una experiencia, es muy pequeña y viajas al lado de los pilotos. Alberto y yo tenemos justo al lado a un inglés con el que entablamos una conversación. Viene con un grupo de cooperantes y ya es la 7ª vez en 3 años que está en Nicaragua. Nos explica todos sus proyectos mientras vemos desde el aire Bluefields, las tierras de Nicaragua, los lagos y volcanes y por fin Managua.



Aterrizamos y vamos a casa del ing. Juan a dejar las bolsas, allí dormiremos por la noche. Conocemos a sus padres y a 2 de sus sobrinos: Lilian (9 años) y Óliver (12 años). Nos ponemos en contacto con Judit y nos vamos al centro comercial Metrocentro a almorzar. Allí por fin, nos juntamos todos: Dra. Castro, Jimmy, Judit, Freddy y su novia, Alberto, Mateu, ing. Juan y yo.

Decidimos ir a Masaya en bus, así que cogemos un taxi hasta la terminal de autobuses. Por fin llegamos al mercado, donde, como buenos anfitriones, la Dra. Castro, Jimmy y el ing. Juan nos muestran las artesanías más típicas. Realizamos algunas compras para llevar de recuerdo y decidimos ir hasta el mirador de Catarina en taxi. Los expertos regateadores, Jimmy e ing. Juan, pactan un precio (60 C$ por coche) y allá vamos!

Llegamos al mirador, el paisaje es espectacular y el viento hace hasta daño. Desde el mirador se ve al fondo Granada y el lago Nicaragua, se ve tambień el volcán activo de Masaya y un lago que se ha generado en el cráter de otro volcán inactivo. Después de admirar las vistas decidimos pactar otro precio con los taxistas para que nos esperen y después de cenar nos lleven a Managua (400 C$ por coche). Cenamos todos juntos para celebrar nuestra despedida y cada uno nos vamos en nuestro taxi.





Por fin en casa del ing. Juan, conocemos al resto de la familia y mantenemos una larga charla. Salimos con algo de miedo por el barrio hasta la pulpería más cercana a comprar unas botellas de Flor de Caña, nos acompañan Lilian y Cristian (8 años), Juan insiste en que no hay ningún peligro, pero nosotros estamos algo asustados porque hay pandilleros por la calle.

Ya por fin en casa del ing. Juan, recolocamos las cosas en la maleta e intentamos dormir. Nos es muy difícil conciliar el sueño, por los ruidos desconocidos y por la emotiva despedida de los amigos que nos llevamos para Barcelona. Nos llevamos muchos recuerdos de Nicaragua, pero sobretodo el recuerdo de la gente y el buen trato que hemos recibido.

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