martes, 3 de febrero de 2009

Martes 3 – La “ponchadora”

Són las 21h30, sopla un viento bastante fuerte y los perros no aúllan como ayer noche. De cualquier modo Bluefields de noche se transforma.

Ya no oímos a los gallos cantar por la mañana. Será que estamos cada vez más cansados o bien ya nos hemos acostumbrado. Quizás ambas cosas. A las 6h00 sonó el despertador pero nos hicimos los remolones. A las siete y poco llegaba Alejandro con la camioneta (una pickup) del hospital. Ha pitado solo un par de veces, resulta extraño ya que normalmente pitan unas diez.

Hoy han venido antes a buscarnos ya que Mateu, Lorena y yo queríamos ir a comprar y reservar los billetes de regreso a Managua en avioneta de La Costeña.

Hemos negociado con Juan la hora de salida. Él se vuelve el próximo viernes con Lorena y conmigo y no quería madrugar tanto, al final lo hemos “convencido” ;). Saliendo a las 8h30 podremos aprovechar el día en Managua y alrededores. Además, da la casualidad que Jimmy y nuestra querida Dra. Castro estarán por allí el mismo viernes, con lo que ya han empezado a planificar las actividades y visitas que podremos hacer. Genial!!

A las 8h15 ya estábamos en el hospital planificando las tareas del día. Justo entonces llegaba Moisés cargado de energía como siempre. Él pensaba que íbamos a llegar más tarde, con lo que tenia pensado empezar a halar tubo y cable sin nosotros para darnos una sorpresa.
Los objetivos de hoy eran:
Acabar de cablear la Zona 1: dirección y subdirección (Dra. López), auditorio, biblioteca, recursos humanos, enfermería, epidemiología y fisioterapia.
Hacer los agujeros y pegar regletas de la zona 3.
Identificar las rosetas de la zona 4 y tomar medídas.
Colocar los dispositivos de red en el rack: switches, patch pannel, base sucko.
Hacer las rosetas de los puntos a los que ya llega el cable.

Por la mañana Mateu ya tenía colocados todos los dispositivos de red en el rack. Al medio día han llegado Ángel y Jimmy, con lo que les ha estado enseñando las lucecitas hipnotizadoras de los switchs Cisco.
Lorena y Judit han dejado todos los puntos agujereados y con regleta preparados para bajar el cable. Además, para poder entrar en el quirófano han tenido que disfrazarse de médicos (Judit y Ángel) y paciente (Lorena).
Juan, Moisés y yo hemos halado cable por un tubo hasta llegar a las salas de la biblioteca, recursos humanos y enfermería. Después, justo antes de comer hemos estado inventariando el cable que nos ha ido sobrando de las otras instalaciones con el objetivo de reaprovecharlos en la siguiente tirada. Hemos podido aprovechar dos de ellos, nada mal.

De comer, la base de siempre, frijoles con arroz y plátano cocido. Como acompañamiento carne picada con cebolla (creo). Es lo mismo que comimos el primer día que llegamos. La verdad es que estaba bastante bueno. Después, guiados por Flor nos hemos hecho unos cafés con espuma al estilo capuccino pero sin leche. Un día de estos os explicaremos la técnica.



Teníamos pocas ganas de volver al curro ya que estábamos a gusto hablando. Pero el deber es el deber, tenemos que acabar de cablear al menos las zonas 1, 2 y 3 antes del miércoles.
Por la tarde, Judit, Lorena y Mateu se han ido con Jimmy y Ángel (experto ponchador o poncher) a poner rosetas. Resulta que nuestras insertadoras chungas no son del todo cómodas para insertar el cable en el conector hembra, con lo que Ángel nos ha dejado (y nos seguirá dejando mientras no tengamos otras) su ponchadora profesional para que podamos trabajar cómodos.

Han hecho unas cuantas.


Además, Mateu ha hecho fotos a los planos originales del hospital con el objetivo de digitalizarlos. Lorena y Judit han estado también documentando la estructura de cables, tubos, codos y tes desplegados hasta hoy.

El trío halador, Juan, Moisés y yo, hemos vuelto a subirnos al cielo raso para acabar de cablear la zona 1. Una vez más hemos sudado la gota gorda. Aunque ya parecemos gatos, trabajar a oscuras caminando sobre vigas y entre hierros y cables resulta complicado. Encima se nos ha acabado las baterías de uno de los walkie-talkies y del taladro inalámbrico (ambas cosas prestados por Jimmy). Además, por unos instantes hemos perdido la sierra, con lo que no podíamos cortar tubos. Resulta que nos la habíamos dejado en la sala de epidemiología y la mujer de allí ya se había ido a casa, con tan mala suerte que la cerradura es nueva y todavía nadie más del hospital tiene la llave de la puerta. Finalmente hemos decidido entrar por el techo, al fin y al cabo es donde estábamos y sólo hemos tenido que “levantar” una de las placas. Al final del día teníamos el cable tirado en las salas de dirección, subdirección administrativa (Dra. López), auditorio y epidemiología.

Antes de irnos para casa, Moisés, que aún conservaba fuerzas, se ha subido a pulso a una palmera para cogernos unos cocos que nos hemos bebido después de abrirlos con un machetazo.

Para cenar hemos vuelto a nuestro comedorcito preferido, el de Doña Arlen. Cerdo rustido con tajada y frijoles acompañado de ensalada de papas. Riquísimo como siempre.

Antes de acabar el post, quisiéra agradecer a la Dra. Castro y al hospital la ayuda prestada en todo momento. Además de darnos de comer, nos proporcionan mascarillas y camisetas desechables para poder trabajar por los techos sin respirar polvo ni mancharnos la ropa. Nos disfrazamos de dentistas, como mola! jeje.

Por cierto, acabo de pillar a nuestro amigo el ratoncillo escalando por la cortina de la ventana para subirse a la mesa y comer galletas. Al verme, ha dado un salto y se ha escondido ...

2 comentarios:

alfredcausi dijo...

Hola nois i noies!

Amb el vostre permís, incorporo un paragraf del blog a la web de TSF.

FElicitats per la feina!!

si necessiteu quelcom, ja sabeu!
Alfred

Joan TSF dijo...

Enhorabona, sou uns professionals!!