miércoles, 28 de enero de 2009

LUNES 26-02.09 - La inspección.

UuuaaaaAaA, grigrigri, CUAAaaAuuiii, Briririririr, UuuuaaaaauuuUUaa, bup buup, ninoninoninooooo, cooc cooooc, quikirikiiii, bum bum, mec mec ....

Este es el ruido que hace nuestro despertador. Es un despertador muy peculiar que no funciona con pilas, no marca la hora, funciona con energía solar y tiene alas y pico.

Buenos días por la mañana, son las 5h30, las 11h30 en Canarias.

Acabamos de despertarnos por los miles de ruidos que emiten los animalitos que tenemos alrededor de la casa, que hacen que tengamos la sensación de estar durmiendo en medio de la selva. En Bluefields tan pronto amanece la gente se pone en marcha. Así que a los ruidos naturales se suman los pitos y los motores de los coches, la música de los vecinos, los gritos y algún otro sonido que no hemos sido capaces de identificar.

Después de levantarnos hemos desayunado, con mucha calma, el típico café soluble “Presto”, Té con Canela y unas pocas galletas Oreo de chocolate y vainilla.

Habíamos quedado con la Dra. Castro que la camioneta del HRES nos pasaría a buscar a las 8h30, con lo que aún nos quedaban unas 2 horas. Así que hemos aprovechado para navegar por Internet, leer y contestar correos, hablar por el Skype con la familia y amigos y revisar las cuentas del proyecto.

Mec mec – acaba de llegar Matute (es su apellido,) con la camioneta para llevarnos al Hospital. Allí nos esperan la siempre sonriente y atenta Dra. Castro acompañada de Jimmy (informático) y Àngel (informático), nuestra contraparte técnica del hospital. Son socios y propietarios de una empresa informática que da soporte de forma desinteresada al hospital. Desde el primer momento ha surgido buena química entre ellos y nosotros, son muy majos, saben mucho de sistemas informáticos y siempre están dispuestos a participar cualquier tarea del proyecto. Ambos intentaron desplegar una red similar en el Silais.

A los 5 minutos la Dra iniciaba la “recepción oficial” del equipo de TSF presentándonos a los siguientes miembros del hospital:

* Jorge Castillo: el jefe de los conductores del hospital.
* Cecilio y Julian: personal de mantenimiento.
* Aranzazu: directora del hospital.
* Flor: admisitración.
* Ángela: jefa de enfermería.

Tan pronto acabamos las presentaciones empezamos a trabajar con Jimmy, Ángel y la Dra. El primer paso fue planificar la estructura física de la red: revisar los puntos de red, añadir nuevos, decidir por donde van a pasar los cables, etc. Así que nos dedicamos a dar vueltas por el laberíntico hospital. A continuación inspeccionamos visualmente el falso techo en aquellas zonas por las pasará el cable de red, con el objetivo de determinar la viabilidad del despliegue físico. La verdad es que aún habiendo visto las fotos del cielo raso (falso techo) que hicieron en la expedición anterior, nos ha sorprendido la maraña de tubos, cables, hierros y conductos que están allí escondidos. La tarea de pasar el cable va a ser muy complicada. Todos están muy ilusionados con el proyecto, pero a la vez tienen ciertas dudas sobre el éxito, ven un proyecto muy complejo.

Como los planos que llevábamos no estaban hechos a escala (Lluc ya nos había avisado), hemos revisado los planos originales del hospital tomando medidas aproximadas para poder estimar la cantidad de tubos de PVC, tes, codos y conectores que vamos a necesitar.

A la tarde, Jimmy y Ángel fueron a buscar un medidor de distancia para facilitarnos las tareas de medición, dejar de hacerlas sobre los planos y poder hacerlas físicamente en los pasillos. Al final del día ya nos conocíamos el hospital entero. Además del medidor, también nos trajeron una bolsa de mandarinas dulces, mmm ...

Nos fuimos del hospital tarde y con los deberes hechos. Si no hay ningún problema, mañana empezaríamos a desplegar tubo de PVC por encima del cielo raso.

A la noche fuimos a cenar al Lalá, un local de copas oscuro con la música muy alta y· con una terracita muy chula que da a la bahía. Lorena y Mateu pidieron pollo empanizado, Judit “rondón” y Alberto “morrón”. En realidad, Alberto quería pedir lo mismo que Judit, “rondón”, un plato propio de Bluefields compuesto por yuca, plátano frito y carne de res cocinada como si fuera un cocido. Aunque nos lo explicaron, realmente no estamos seguros de lo que comimos: no había luz y no veíamos e plato, el pollo sabía a pescado y la carne tenía una textura un poco especial. Quizás comimos tortuga!!

En el Lalá nos encontramos con Lídia y Marta, las dos chicas de agrónomos, con las que habíamos quedado para tomar unas Toñas. Como se vuelven para Barcelona a finales de semana, salieron a celebrar su despedida. Con ellas vinieron algunos amigos autóctonos. Hablamos bastante con Alejandro, trabajador de la alcaldía en el departamento de medio ambiente, que nos explicó algunas historias sobre Bluefields y nos recomendó varios restaurantes.

Después de cenar nos fuimos para casa a ducharnos y a dormir. El martes iba a ser un día duro.

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