miércoles, 4 de mayo de 2011

Revisiones

La semana pasada, la dedicamos principalmente a dejar listos todos los equipos que se enviaron el año pasado al hospital. En total, acabaron funcionando 11 de ellos. Tras priorizar con la subdirección docente para tramitar la compra de pantallas, realizamos las cotizaciones pertinentes y logramos dejar este tema zanjado.

Entonces pudimos dedicarnos a configurar las herramientas de monitorización de red y gestión de incidencias, que creemos fundamentales para darle continuidad al proyecto después de la estancia de los cooperantes. Una vez instalados, hemos empezado a configurarlos para poder monitorizar los equipos, y hemos empezado a reportar las incidencias que nos hemos ido encontrando. De este modo, detallando paso a paso la resolución de cada una de ellas, el personal técnico del hospital podrá consultar para resolver futuros problemas.

Pero lo más “interesante” de estos últimos días fue, sin duda, el viaje a San Francisco de Kukra River. También conocido como San Pancho, se trata de una comunidad rural a la que solamente se puede acceder mediante un largo viaje en panga o, si hay suerte, por una carretera de tierra, la trocha. A menos, claro, que las lluvias la inunden…

Llegamos a La Aurora el lunes a eso de las 9 de la mañana. Habíamos salido muy temprano de Bluefields, pero el camino estaba un poco difícil de transitar, y el viaje dilató más de lo previsto. Una vez allí, doña Miriam nos preparó un desayuno de huevos revueltos con cebolla y chiltoma, tajada y café con leche. Habían estado de fiestas la noche anterior, y el pueblo entero amaneció de goma…

Una vez desayunados, fuimos al centro, a cumplir con los objetivos del viaje. Lo primero que hicimos fue subir a la torre para ver el estado de la antena. La pintura estaba en perfecto estado, lo único que tenía era un poco de moho, que Jesús limpió con mucha paciencia. Luego le dimos la formación sobre el sistema a la doctora Aburto, recién destinada en servicio social a La Aurora. Le explicamos el funcionamiento del sistema, y le dimos las coordenadas necesarias para ofrecerle soporte técnico en caso que lo necesitara. Finalmente, actualizamos el PC de que dispone el centro, y le instalamos el skype para facilitarle la comunicación con el personal médico y docente del hospital.

Una vez finalizadas todas las tareas, se nos había hecho la hora del almuerzo. Fuimos donde doña Miriam a comer una deliciosa sopa de gallina, y entonces empezó a llover… y no paró en toda la tarde. El conductor de la camioneta no quiso arriesgarse a quedarnos “pegados” en el camino, así que tuvimos que hacer noche allí. Aprovechamos el ratito de tregua que nos dio la lluvia para ir a bañarnos a la poza, y luego ya cenamos y pronto a la cama. Como en la comunidad no hay electricidad, no teníamos mucho más que hacer…

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