martes, 27 de julio de 2010

Tinki Pali

La última entrada del blog de esta aventura no podría titularse de otra manera, “tinki pali” significa “muchas gracias” en misquito, el idioma de los misquitos, una de las etnias indígenas que aun habitan en la Costa Caribe.

Seguramente olvidaré en estas líneas a personas muy importantes en estos seis meses vividos en Bluefields, personas que han sido claves para que en ciertos momentos todo saliera adelante en el proyecto y otras personas con las que he compartido muy buenos momentos.

Primero de todo agradecer a Telecos Sense Fronteres la oportunidad que me dio de vivir una experiencia tan espectacular como esta, y a todos los compañeros de la asociación por todo el apoyo mostrado desde el otro lado del charco cuando necesitábamos su ayuda.

Al ingeniero del MINSA Juan García, la persona que vino a buscarnos al aeropuerto de Managua y que realizó infinidad de trámites imprescindibles para el proyecto cuando nosotros nos encontrábamos en Bluefields.

A la Doctora Alma Rosa Castro, por su interés en el proyecto de Telemedicina, sin sus gestiones nada sería posible, y también por preocuparse de nuestro bienestar en Bluefields así como por su amistad.

Al ingeniero James Alaniz, para todos nosotros conocido como Jimmy. Su ayuda en el trabajo en el hospital fue muy importante durante nuestra estancia y lo será mientras ningún componente de TSF se encuentre en Bluefields. Pero sin duda agradecerle su amistad y todas las risas que juntos disfrutamos gracias a su inagotable sentido del humor.

A todo el personal del Hospital Regional Ernesto Sequeira Blanco, desde los muchachos de mantenimiento, pasando por la dirección, la cocina, lavandería, etc. Siempre recibimos un trato excepcional por parte de todos ellos.

Al cirujano Dr. Espinoza, nuestro vecino en el consorcio, por sus clases de cirugía y por ser como un hermano mayor para mí en Bluefields.

A todos nuestros compañeros del consorcio, durante estos seis meses fueron nuestra familia.

Y por último, a mi yunta Santi, por vivir esta aventura conmigo y tener una convivencia perfecta, porque juntos hemos vivido experiencias inolvidables y estos seis meses me dejan un gran amigo.


Dicen de Bluefields, “pueblo chico infierno grande”, tal vez tengan mucha razón pero para mí es un lugar único, de esos que te marcan para toda la vida. El ritmo caribeño te inquieta al principio, pero te acaba conquistando. Afortunadamente cada vez que escuche alguna de aquellas canciones reggae que suenan incansablemente en Bluefields podré cerrar los ojos y transportarme por unos instantes allí donde el tiempo no tiene tanta importancia, donde muchas veces el dinero escasea, pero donde la alegría abunda, allí donde como me dijeron unas amigas nicas: “aquí no se gana pero se goza”.

Como punto final, creo que es importante mencionar la consolidación del proyecto de Telemedicina que Telecos Sense Fronteres empezó en Nicaragua hace años. Este proyecto sigue avanzando y creciendo, de manera que todos debemos seguir trabajando para que nuestro trabajo se traduzca en seguir creciendo e impulsando el uso de las tecnologías en la Costa Atlántica de Nicaragua.
 
Va pues, tinki pali Nicaragua. Nos vemos más al ratito…

 
Leaving Bluefields suena… “Sweet Love (Night Shift)” de Busy Signal.

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